No sé si el tipo es un motivador profesional, si es su estilo, o si apenas fue una ocurrencia del momento. El hecho es que yo venía corriendo, bajo la lluvia, ya con casi 30 km en el cuerpo, y me lo cruzo, él en bicicleta, en dirección contraria. Un desconocido. Normalmente cruzo varios ciclistas, nos ignoramos mutuamente. Éste, en cambio, me gritó, sonriendo, las palabras mágicas:
¡Mente, mente, mente!
A veces todo es tan simple...
Qué lindo que los ciclistas se lleven bien!
ResponderEliminarLos ciclistas se llevan bien... entre ellos. Yo corro sólo con mis pies.
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