I.
Entré al mundo de los blogs hace poco menos de dos años, en principio como lector, un poco antes de crear este sitio. Dudaría si tuviese que decir cuál fue mi puerta de ingreso, pero sí puedo asegurar que no fue fruto de una elección razonada, no busqué ningún autor o tema en particular ni seguí una recomendación, hubo azar. Ese primer paso medio a ciegas me llevó a los siguientes, hasta que en el nuevo mundo fui reconociendo los territorios afines a mis intereses, a mi modo de leer, de pensar, de pasar el tiempo.
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La primera persona que agregó un comentario al pie de una entrada en mar en calma, lo hizo invitada por mí, obraba en reciprocidad. De esa regla tácita de etiqueta ("te visito, me visitás") provinieron casi todos los que han pasado y dejado huella; no sé si habrá alguno que también lo haga en silencio (por cierto, me encantaría saberlo). Hubo quienes vinieron una vez y no volvieron. Y hubo también aquéllos que aparecieron un buen día y, maravillosamente, siguen volviendo.
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Con el tiempo se construyen las afinidades, en este caso virtuales. Uno siente empatía, admiración o ambas por lo que otro muestra, entonces lo frecuenta, luego visita a los que allí conoce, de esta forma va dibujando su propio mapa. Aunque existe un patrón subyacente que determina qué nuevos elementos se irán agregando al mapa, al inicio no se percibe más que infinitud, las elecciones de las rutas parecen casuales, arbitrarias.
Por eso me sorprendo más de una vez cuando, en tierra ajena, descubro que "a" y "b", entre quienes suponía mundos de distancia, también están vinculados. Algunas veces las conexiones son fáciles de adivinar, hay grupos de amigos, por ejemplo, conocidos de otros ámbitos, y es natural que también en el espacio virtual mantengan esos lazos. Pero me ha pasado al menos en un par de ocasiones que, no pudiendo anticipar la existencia tal vínculo, quedo mudo al descubrir que lo que imaginaba separado y lejano está interrelacionado.
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(Me halaga la idea de que éste, mi pequeño atracadero, se encuentre marcado en otros mapas y sea escala habitual de gente a la que me siento afín...
... y me entristece que - a veces - la bruma se trague algún puerto donde solía hallarme muy a gusto.)
II.
Para endulzar el sábado, música.
Resumo mi opinión de esta versión del tema que popularizaran Jon Anderson y Vangelis como lo haría el célebre torero Jesulín de Ubrique:
"en dos palabras: im-presionante".
a
Nota al pie: una vez que se empieza a prestar atención al ritmo que marca el baterista rubio, resultará imposible sustraerse a los formidables mazazos con los que sostiene el andamiaje de este arreglo: se mete bajo la piel. No por nada llaman a John "JR" Robinson, "the most recorded drummer in the world", como reza su website.
Nota al pie: una vez que se empieza a prestar atención al ritmo que marca el baterista rubio, resultará imposible sustraerse a los formidables mazazos con los que sostiene el andamiaje de este arreglo: se mete bajo la piel. No por nada llaman a John "JR" Robinson, "the most recorded drummer in the world", como reza su website.
Siempre pensé que el mar en calma era producto de las condiciones meteorológicas, pero parece que fue el azar. En ambos casos lo celebro.
ResponderEliminarSaludos.
Los barcos que llegan a tu puerto algunas veces amarran para siempre, otras por màs que te sentìas a gusto deciden irse, nada podemos hacer al respecto de las determinaciones que otros toman.
ResponderEliminarLos otros dìas te recordaba, buscando entre mi mùsica me encontrè con algo que ni me acordaba que lo tenìa, el tema de All Jarreau " your song" estaba ahì, en una pila de CD. ese que vos buscate y comentaste en mi blog.
Saludos Rob
Kevin Bacon y los "Six Degrees"!!
ResponderEliminarVamos, Ulises, a seguir descubriendo puertos, pero cuidado con las sirenas.
.. y me llevo la música :)
Una entrada más que interesante Rob. A veces lo he pensado también y creo -que más que conocimiento previo- nos sacude el amor o el espanto (aunque Borges diga que el amor no nos une).
ResponderEliminarCuando recorro algunos blogs que no son de mi estilo, que se asemejan a un diario, que son compendios de quejas diarias, observo que los que los siguen son los mismos.
Y para nosotros es igual. Antes o después nos enamoramos de ciertas letras vertidas y nos convertimos en francos amantes.
(Quizás por eso de que Dios los cría...)
Pero nunca dejaré de estar acá, más si me regalás a Kidjo y esa maravilla de música.
Y además, porque TQM.
Beso más abrazo.
Suelo decir medio en serio, medio en broma que 'Dios nos cría y don Blogger nos amontona'.
ResponderEliminarSé bien cuando ingresé a la blogósfera, por intermedio de quién y quienes fueron mis primeros comentaristas.
No recuerdo cómo llegué a ud. (o ud. a mí), pero seguramente algún sitio amable nos reunió y me alegra. Es un placer navegar por su mar en calma que me reune con otros encantadores náufragos.
Un abrazo.
Opi, tantas cosas son azar que darse cuenta asusta. Saludos
ResponderEliminarJuana, cierto, el mundo no es el que queremos. Y lo que nos sucede, más de una vez y por fortuna, supera nuestras expectativas. Saludos.
Brynhild, ¡pero Ulises era héroe, no pretenderá Ud. que yo lo emule! (Por las dudas, si escucho sirenas me corro a un costado o freno.)
Cleo, esa coincidencia es un misterio, pero es un misterio lindo, lo disfruto y no lo pienso más. Cuide bien de su Fausto. Besos.
Condesa, creo recordar que yo llegué a Ud. primero, desde Mary o desde Opi. Y LCS también se me hizo escala obligada desde el primer día. Abrazo.
Al primer comentario: todo es por azar, después es que siguen los acontecimientos.
ResponderEliminar"Las afinidades electivas" un libro de Goethe, que nunca leí, pero conocí porque lee uno de los personajes de la película de Truffaut "Jules et Jim". Buen nombre como para explicar eso de pasar y quedarse porque se está a gusto.
A mí me pasó algo extraño, todas las personas que llegaron a mi blog -por alguna búsqueda en google o por un blog lindero-dispuestas a participar y frecuentarlo, distan bastante de mi mundo, o eso me parece. Algo que resulta muy grato.
creo tener no mas de 7 u 8 blogs permanentes. Y mas o menos siempre fue asi
ResponderEliminarSon como minirevistas que fui filtrando y donde alguna finalmente se quedaron conmigo supongo por afinidad.
Curiosamente los duenios tienen mas de 40 y eso sí me llama la atencion
Mis habitues son Brasil, Condesa, Tommy Barban, Girlontape, Opi, Roedor, Dante Bertini y Usted
cr, me leiste el pensamiento, porque el primer título que había pensado para esta entrada era precisamente "Las afinidades electivas". Esa novela es una de mis preferidas, la lei hace pocos años (y la asociaré siempre a unas vacaciones en El Bolsón: mientras la leía al atardecer veía de fondo el Piltriquitrón.) Saludos.
ResponderEliminarMary, "lo semejante se junta con lo semejante", nos decía un querido profesor de química en el secundario. Saludos.