miércoles, 24 de marzo de 2010

Pares

Acaba de entrar por la ventana, siempre lo hace. El protocolo no se ha hecho para Boris, una de las tres criaturas de cuatro patas que cohabitan esta casa y de ellas, sin duda, la de presencia menos discreta.

Tenemos una relación difícil, más allá del amor. A veces sus dislates son tan enormes que cuesta perdonarlo. Sus diálogos con Fidel, el perro que vino de la calle y se quedó para siempre, ya me han ganado en la vecindad algunas enemistades inesperadas.

Amigo de arrojarse tras los patos de la laguna, revolcarse en polvo y mugre, perseguir distantes pájaros o mariposas, incapaz de controlar su ímpetu incansable, lo que este pseudo-pointer no tiene de paz interior, lo tiene de afectuoso y manso.

Desmañado, incapaz de aprender rutinas o comportarse, tal vez sea precisamente por eso que lo ame. Y que lo sienta casi un par.

16 comentarios:

  1. Me gustaba más el otro final, más sugerente.

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  2. Uy, Maia, me descubrió el hilván. Y me olvidé cuál era la frase exacta del otro final, pero pensé que sonaba algo confusa.

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  3. Ja. Está bien, me gusta el backstage.

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  4. Lulú: el nombre Boris lo elegí sin explicación (¿"Boris Godunov"?); en cambio Fidel("Fidelio") fue bautizado así por su carácter, el ser más fiel que conozco (abandonado en la calle, llegó a casa ya crecido).

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  5. De verdad que el nombre de tu blog está perfecto, es un mar muy calmo, placentero, donde uno quiere estar flotando en esa realidad particular. Un abrazo

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  6. Gracias, PS, la calma no deja de ser un ideal. Sean bienvenidas sus furias imperiales.

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  7. primero te cuento que cuando era chica mi pseudo ovejero alemán se llamaba Boris!

    pero lo que realmente me interesa es conocer el otro final...
    podrás publicarlo?

    siiiiiiiiiii...????????

    grazie

    saluti

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  8. Te comprendo mucho. Una vez yo vivía en una quinta, y tenía un doberman (1.80 m parado en dos patas) CON INFANTILISMO. Diagnosticado. O sea. Todo lo que hace un cachorro, con la fuerza descomunal de un doberman adulto. Lo tuvimos que regalar :(

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  9. AL: Guauuu (Boris contesta tu saludo).

    Nina: te lo debo, "Paganini non ripete", en mi caso no por soberbio, ese final duró dos minutos y no me quedó ni copia ni fiel recuerdo.

    LL: puedo imaginármelo, un doberman sin control es cosa seria. Por fortuna B. es de menor tamaño, pero bien podría tener el mismo diagnóstico.

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  10. Ah pero Boris es un pointer, no se cansará nunca, ni en sus años de vejez. Estará siempre atento a cualquier cosa que se mueva, para marcarla, y luego ir tras ella y desesperarse si no la logra atrapar.

    Tampoco se cansará de dar y reclamar afecto, con ese hocico cuadrado y torpe, esa cola látigo que no se aquieta y sus patas veloces. Es una raza que no aburre, lo digo por años de experiencia.

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  11. cr: a veces no es sólo B. el que se desespera. Pero es bueno saber que no me aburriré.

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  12. como se quiere a los perros!!!!!!!!!!!
    Hermoso Boris, ahora ventana grande, no?

    La mia se llama Bella es una beagle de meses

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  13. MP: es así, se los quiere. Y aunque lo oculten, parece que ellos nos entienden demasiado bien, así al menos dice Kurt Vonnegut en su magnífico cuento "Thomas Edison's Shaggy Dog".

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  14. Mary: ahí te pego el link al cuento:

    http://www.pittsfordschools.org/webpages/rzogby/files/Shaggy%20Dog.pdf

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