martes, 21 de febrero de 2012

¿Por qué se es artista?

Creo que alguien se convierte en artista, particularmente en escritor, porque no está del todo integrado. Algo está mal en nosotros, sufrimos por algo, es como si el mundo no fuera suficiente, entonces sentís que tenés que crear cosas e incorporarlas al mundo. Una persona saludable estaría contenta con tomar la vida como viene y disfrutar la belleza de estar vivo... no se tiene que preocupar por crear nada. Alcanza con hacer un trabajo interesante, amar a alguien, comer buena comida, vivir todo lo que se pueda, morir. Esa parece una linda forma de vivir. Otros, como yo, estamos atormentados, tenemos una enfermedad, y la única manera de soportarla es haciendo arte. Es decir, si estoy haciendo esto, es porque algo está mal. ¿Qué es lo que está mal? Difícil decirlo porque estas heridas se producen cuando sos muy joven.

Paul Auster, Revista Ñ, entrevista de Patricia Kolesnicov y Andrés Hax.

* * *

Palabreja

Entre las peores cosas del Carnaval - tiene varias - está su sinónimo latino, carnestolendas. ¿Qué oscuro mecanismo hace que una inocente palabra nos resulte tan antipática?

* * *

Elina

Elīna Garanča. Joven, bella, letona (!), con su media naranja, el gibraltareño y muy histriónico Sr. Chichon (tal su apellido):


... y aquí la irresistible cigarrera volviendo loco al atribulado Don José... ¡chupate esta mandarina!


Si tu ne m'aimes pas, je t'aime
Mais si je t'aime, prend garde à toi!

lunes, 6 de febrero de 2012

La canción de un ciclista que pasa

Soy de los que andan por el parque a oído desnudo, procurando escuchar las voces de la naturaleza. Muchos son en cambio los que eligen aislarse del mundo y portar auriculares, los más decididos hasta se animan tararear, con menor o mayor arte, alguna melodía de moda. 

No es el caso de este ciclista que pasa a mi lado, pedaleando a ritmo sostenido y cantando, muy afinadamente y a capella. Noto que no identifico el tema, pero entiendo una parte de una frase; la letra es en francés, y dice algo asi como monsieur, je vous en prie. Reviven entonces fugazmente los  restos de ese francés básico aprendido en los años de secundaria, un francés muy particular, producto del cerrado acento español de un maestro español y por añadidura cura, una letal combinación capaz de destrozar - tal vez haya sido su española y demorada venganza por la afrenta napoleónica - toda sutileza de la lengua gala. Pero algo de esa siembra fallida quedó sin embargo en pie. 

Me voy repitiendo las pocas palabras oídas en esa ráfaga, monsieur, je vous en prie, hasta llegar a casa. El oráculo de Google hace el resto y descubro la canción de un tal Félix Leclerc, cantautor francohablante mas no francés, sino del Quebec. La letra es triste, habla de amores perdidos. La música es tipo marchita, la armonía bastante sencilla. Una canción como tantas. Se llama "Le petit bonheur", la pequeña alegría.

Cantar de amores perdidos, cantar en francés, mientras se va pedaleando, cantar una canción muy antigua... 

¿Habrá sido mi ciclista un turista canadiense? 
¿Un improbable fan, perdido en plena pampa semiárida, de mi hasta ayer desconocido Leclerc? 
¿O apenas una víctima más, como tantas y en cualquier idioma, de los amores que se han, que hemos, que nos han perdido?  

Puesto que no hay modo de saberlo, conjeturemos...


Free counter and web stats