miércoles, 30 de junio de 2010

Ojos

Por estos días son pocas las caras que se ven temprano en el parque, ahora que el frío se ha instalado. Algunos corremos, otros caminan, hay dueños que pasean a sus perros y hay también no pocos perros sin dueño a la vista.

Ella está junto a un banco blanco. Sólo quienes la conocen se animan a acercársele y acariciarla. G., que es una especie de hada protectora de los perros abandonados, le lleva alimento y hasta le acerca cada noche una manta.

No es imposible recibir un ataque inesperado, eso G. lo supo este verano y yo pude ver la marca de la profunda mordida en su brazo. Sin embargo nadie la considera peligrosa, mucho menos G.


Casi nunca, desde hace meses, la veo lejos de ese banco. Día y noche. Alguien me ha dicho que allí mismo su pobre amo se quitó la vida.

Y si bien me doy cuenta de que esta es una historia que parece cuento yo, al verle los ojos, me la creo.

15 comentarios:

  1. Uhhhh...
    me hiciste acordar a la película de Richard Geere con el perro... no me acuerdo el nombre, pero el final es parecido!

    Baci, Rob

    ResponderEliminar
  2. Nina: no vi esa peli, pero tal vez la vio el que me contó esto. Te aseguro que no es creación mía.

    ResponderEliminar
  3. Que linda pequeña historia o la fidelidad de los perros. Quiero un perro que me ame!

    ResponderEliminar
  4. "Cómo no sentirme así?
    ¡si ése perro sigue allí!
    ¿Qué podría ser peor?
    (eso no me arregla...)
    Eso no me arregla a mí!"

    Todo un palo
    Redondos

    Tampoco lo arregló al suicida.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Mirándole el pelaje entiendo por qué tanto linyera se busca un perro por compañía, imagino que habrán salvado a más de uno de morir de frío.
    Lindo bicho para encontrar mientras se entrena.

    ResponderEliminar
  6. PS: todos los perros nos aman, si solo los dejamos.

    Opi: me cuesta entender ese tipo de decisiones, prefiero pensar que son fruto de la desesperación, pero sé que no siempre es así.

    Maia: sí, muy abrigadito parece ese manto de lana.

    ResponderEliminar
  7. No quedó mi comentario?

    :(

    El del nombre de la peli...

    Hatchi, a dog's tale.

    Baci

    ResponderEliminar
  8. Anita, Lulú: merecer la fidelidad de un perro no es poca cosa.

    Nina: gracias por el dato.

    ResponderEliminar
  9. Los perros no me disgustan, sí los dueños cuando los convierten en lo más parecido a ellos mismos que pueden.
    La foto junto a tu final me conmueve. Determinadas fidelidades me asombran. Y merecen todo mi respeto.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  10. Ana: bienvenida, sureña. Estoy de acuerdo con vos, la idolatría de las mascotas tampoco me va.

    ResponderEliminar
  11. Hay muchas historias como esta.El amigo fiel, el que siempre estará a tu lado sin pedir nada.
    Lindas palabras.Me gusta este sitio, me quedaré entre tus palabras.
    Besos y mi agradecimiento por tu visita a mi lugar.Vuelve cuando lo desees.

    ResponderEliminar
  12. Un poco previsible la historia. La perra tiene cara de eso, de perra.
    Correr de mañana, nah, prefiero un mañanero, he intentado falsas maratones de 10, 5, 8km, me cuesta horrores despegarme de la sábana un domingo 7am. No obstante, lo he hecho, porque me gusta contradecirme.

    ResponderEliminar
  13. Respirando: te agradezco. Así son esos bichos, nos quieren sin condiciones.

    Brunilda: "Do I contradict myself? Very well then I contradict myself" dijo un célebre Walt que no era Disney...

    ResponderEliminar

Free counter and web stats