viernes, 30 de julio de 2010

Natura

I. 

Seguir un sendero angosto al ras de la tierra hasta descubrirlo en un claro, tomar carrera corta, lanzar un potente puntapié que rompa el montículo, la entrada al hormiguero: esto lo ha aprendido el chico mucho antes de saber nada sobre las hormigas.

Porque el primer impulso es jugar al semidiós, un gigante caprichoso que introduce el caos sólo para ver qué pasa, y lo que pasa son miles de bichitos de repente a la intemperie, corriendo sobre un desparramo de terrones derrumbados. En un segundo, el orden de ese mundo se les ha venido encima y el chico entonces se deleita contemplando cómo, pequeña gran maravilla, de a poco esos bichitos se las arreglan para sortear el cataclismo. 

Más tarde el mismo chico entenderá mejor ese microcosmos. Sabrá por ejemplo que la hormiga es una criatura social, que se cría como obrera o reina, que algunas reinas pueden vivir décadas - más que su perro o su gato - y que sólo se ocupan de multiplicar los individuos, que a los cientos de miles de individuos de una colonia no hay nadie que los mande y no obstante todos ejecutan un rol preciso - rol que puede cambiar según la circunstancia, que cientos o miles de colonias a su vez pueden estar en contacto y cooperar...

La evolución ha creado una inteligencia que supera al individuo, millones de años antes antes de llegar al homo sapiens. Las diminutas criaturas exhiben su ensamble complejísimo y perfecto, hasta el punto de asociar su miríada de ínfimos cuerpos para funcionar como un único supraorganismo. Millones de cerebros que son uno.  


Lo medita un poco, se maravilla y enmudece.


II.

El hombre reflexiona sobre algunos de sus propios mecanismos mentales. Intenta, por ejemplo, recordar el nombre de alguien cuyo rostro se le representa claro en la imaginación. Nada, no hay caso, el nombre no flota en la superficie, está olvidado.

Sin embargo, algún resto del recuerdo permanece visible, él está seguro de que el nombre empieza con la letra hache o quizá con eme, ninguna otra; recrea el sonido aproximado de ese nombre ausente, postula su número de sílabas más probable.

Da inicio así al tozudo procedimiento de estrujarse la conciencia, como moviendo en algunas direcciones elegidas de antemano una linterna en un gran galpón en penumbras, en pos de iluminar la punta de un ovillo que seguro está ahí, invisible y cercano. Agrega más letras, prueba acoplarlas una a una siguiendo el orden del abecedario, ensaya combinaciones para dar con la clave que abra el cofre.

No se sorprende cuando más temprano que tarde el aparente azar del método produce el milagro, la técnica funciona aunque no imagine cómo. El hombre queda al fin con la acostumbrada sensación de admiración y reverencia ante esa magia al alcance de su mano. 


Lo medita un poco, se maravilla y enmudece.

22 comentarios:

  1. Yo hice esa pavada varias veces hasta que un día por una razón que desconozco, el pie se me llenó de hormigas que me picaron como quisieron.

    ResponderEliminar
  2. Y eso otro me pasa a diario varias veces al día. Casi que te diría muchas.

    ResponderEliminar
  3. En los dos casos medité, en ninguno me maravillé y en el primero recontra puteé de dolor y en el segundo también por tener una memoria tan frágil.


    Baci, Rob

    ResponderEliminar
  4. Rus... Rap... Rom... Rob, Rob K, eso era! :-)

    ResponderEliminar
  5. ML: type = Georgia, size = normal. (Now seriously: gracias.)

    Nina: son vengativas, las cretinas. Yo hace rato abandoné esa práctica.

    Maia: ¿viste? ¡El método no falla!

    ResponderEliminar
  6. Los olvidos se multiplican tanto como las hormigas ¿quién me estará pateando la memoria?

    ResponderEliminar
  7. Lo peor que te puede pasar es recordar que empieza con la hache, maldita muda.
    La clave del método para mi es llegar a ese punto en el que penás que no va a funcionar, por eso parece tan milagroso. Las veces que, amparado por varias anteriores exitosas, estaba convencido de que con esa técnica recordaría me costo muchísimo más.

    ResponderEliminar
  8. a mi me sorprende, ultimamente, la desesperacion del inconsciente por hacerse saber.

    ResponderEliminar
  9. Las hormigas son terribles. Su inteligencia nos supera. Su venganza, también es atroz. Nuestra memoria es tan frágil como el tamaño plausible de la hormiga. Aunque eso sí, recuerda perfectamente la venganza de la hormiga.
    Uffffffffffffff...ya me hice bolas, dijo el Chavo...

    ResponderEliminar
  10. Ya lo dijo el maestro Garcia:

    "No me banco las hormigas
    por favor pasame el Raid."

    A veces me parece que le Raid se extendió también por mi memoria y arrasó con todo.

    Saludos

    ResponderEliminar
  11. Condesa: ¿un semidiós caprichoso?

    Airdish: la hache inicial tiene la gran ventaja de reducir el campo de la búsqueda, permite desechar de entrada todo nombre italiano, que son un montón por estos lares.

    Pulgarcito: tenés razón, por eso mejor no ofenderlas.

    Opi: según la peli, la borrada no es completa, queda siempre un "Eterno resplandor..."

    ResponderEliminar
  12. Mary: si insiste, pues que se muestre entonces...

    ResponderEliminar
  13. Excelente texto!

    Igualmente al destacar las hormigas, uno destaca y se maravilla del universo del que somos parte pero eso no nos hace inferiores en lo más mínimo. Nosotros tenemos la posibilidad de hacernos conscientes de esa realidad y trascenderla mientras que la hormiga no tiene esa posibilidad.

    En definitiva, las hormigas para nosotros son una oportunidad de vislumbre.

    ResponderEliminar
  14. La técnica de ir pasando revista por el abecedario hasta adquirir plena seguridad de que tal o cual es la letra con la que el nombre empieza, nunca me ha fallado. Eventualmente llega.

    También me maravillo cuando logro recordar la letra de una canción escurridiza. En un momento llega, es cuestión de insistir.

    La calidad literaria de esta pieza es sinceramente envidiable.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Las hormigas, las abejas funcionan en comunidad.

    Nuestra memoria ¿Lo hace? Mmm...creo que nop. Veo a cada rato personas que me saludan y que no recuerdo...quizás sea familiar el rostro, pero ni conversando un rato, me doy por enterada de que formaron parte de algo de mi vida.

    Somos selectivos, creo, y desmemoriados por injustos.

    (Recuerdo tan pero tan poco, que me parece que no vale la pena ni que me conozcan ja...)

    Beso Rob

    ResponderEliminar
  16. Las hormigas, las abejas funcionan en comunidad.

    Nuestra memoria ¿Lo hace? Mmm...creo que nop. Veo a cada rato personas que me saludan y que no recuerdo...quizás sea familiar el rostro, pero ni conversando un rato, me doy por enterada de que formaron parte de algo de mi vida.

    Somos selectivos, creo, y desmemoriados por injustos.

    (Recuerdo tan pero tan poco, que me parece que no vale la pena ni que me conozcan ja...)

    Beso Rob

    ResponderEliminar
  17. Orlok: (gracias; ¿mucha hormiga en su jardín, Sr. Conde?) Me gusta esa expresión: "oportunidad de vislumbre", se la robo ya.

    Roger: con letras de canciones fallo bastante, será porque nunca las aprendo más allá del estribillo. Tu elogio es ampliamente apreciado.

    Cleo: algunas personas nunca nos dejan huella suficiente, y otras lo hacen al instante, en un segundo, por qué será eso. Besos.

    ResponderEliminar
  18. Parece que el tema de la memoria y sus trampitas nos está resonando a todos.
    Me encantó este texto, quise escribir alguna sensación parecida hace poco y me salió horrible.
    Muy bien escrito, hermoso.

    ResponderEliminar
  19. my: aún con sus imperfecciones, a medida que avanzo en la vida soy cada vez más lo que he guardado en mi memoria. Por eso a veces me desespera no poder recordar, y otras me alegro tanto con recuerdos inesperados.

    ResponderEliminar
  20. ¿Será la bien llamada "química", será el inminente encastre, será la seguridad con que creemos que los/las conocemos hace mucho?

    Sólo se que mis grandes amores nunca se debatieron entre charlas y convites...bastó sólo una mirada que se cruza con otra.

    Eso sí que es bellísimo.

    Beso en calma

    ResponderEliminar
  21. Ayer volví a hacer la pavada...
    me tienta!
    Pero esta vez voy a pasar Hortal!

    ResponderEliminar

Free counter and web stats