lunes, 4 de abril de 2011

Constante

"Soy tan constante como la estrella polar", puso Shakespeare en boca de Julio César y la misma frase cantó luego en una hermosa canción de amor (A Case of You) Roberta, alias Joni Mitchell. 

Pero ¿a qué podemos llamar constante, a fin de cuentas? 

Constancia, hermoso y desusado nombre de mujer (su forma masculina no me suena tan agradable), expresión de una admirada virtud, virtud que admiro justamente por no tener. Nada hay constante en nuestra vida, a lo largo del tiempo que nos toca se va modificando todo; ni siquiera nuestros amores, ésos que al principio soñábamos eternos, acaban siéndolo la mayoría de las veces. 

Quedaba todavía para algunos el pobre consuelo de confiar en la naturaleza inmutable de las leyes que rigen el cosmos: si la ciencia no nos engañaba, a ciertas magnitudes podíamos tildarlas de constantes universales, de invariantes en todo lugar. Dios no juega a los dados, fue una famosa frase de Einstein. Pues ahora resulta que tampoco es ésa tierra firme donde echar el ancla de nuestra inquietud. 

Para desmentir póstumamente a don Albert, mediciones muy recientes parecen indicar que el valor de las constantes físicas varía según la ubicación en el universo. Y por si fuese poco, el mismísimo universo no tiene un centro quieto, estaría acelerado en una dirección lineal, digamos de izquierda a derecha: el enorme conjunto se escapa decidido hacia un punto remoto. 

Esa inmensidad que creíamos el todo puede resultar siendo sólo una parte de algo mayor (si es que eso cabe en la cabeza de alguien: no en la mía, por cierto). 

Durante una clase de filosofía, en el colegio secundario, juro que una vez sucedió que los conceptos de espacio y  tiempo se me presentaron sin resto de secretos ante mi entendimiento. Fueron tal vez sólo unos segundos de éxtasis indescriptible, en los que realmente creí haber resuelto la cuestión, de una vez y para siempre.  Para siempre.

(Desde entonces no he hecho más que retroceder. Mi incapacidad de entender: esa sí podría llamarse constante.)
***

Asombra enterarse de que Javier Marías, escritor largamente consagrado,  con cuarenta años de oficio sobre los hombros, al terminar una nueva novela sienta necesaria la opinión ajena sobre la calidad de lo escrito porque duda honestamente que merezca ser publicada.   

(Sospecho que tal interrogante jamás se le ocurriría a, por ejemplo, un Coelho. Y debería...)

***

Nombré antes a Joni, y la traigo aquí como autora, permitiendo que con su genio se luzcan otras dos damas: la gran Dianne Reeves y (para mí hasta hoy una desconocida) Caecilie Norby. Versión de género difícil de encasillar, con un arreglo vocal e instrumental de timbres muy sutiles. 

Para disfrutarla de los dos lados.

17 comentarios:

  1. Es un poco desgarrador, desolador, pero es la verdad.
    Pero lo que me impacta es ese instante de iluminación que tuviste en la facultad y después, la única constante, retroceder.
    Me parece muy claro. Quizá, en otra dirección, sea ese instante, esa noche fatídica que Borges describe en uno de esos cuentos, el resumen de la vida de un hombre. Un abrazo.

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  2. Si como dice san Agustín "La eternidad es la misma substancia de Dios, en la cual no hay nada que sea mutable", la constancia es la figura del humano esfuerzo por acercarse a lo divino. El quejarse de la propia inconstancia revela en el fondo un deseo de Dios.

    Saludos

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  3. Si bueno, lo que pasa es que también hay una cuestión de proporciones.

    El Aconcagua se mueve? sip; y también se gasta! pero cuánto? supongo que algunos centimetros cada 50 años. Entonces a la mierda, para nuestras cortas vidas, la altura del Aconcagua pasa a ser una constante.

    Abrazo!

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  4. Incapacidad de entender lo que otros proponen, allá ellos.
    Suelo reiterarme en algunos aspectos, nos sé como si la substancia de cada uno, aunque una parte infinitesimal, fuera constante. Pero, reitero, no sé.

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  5. Me encantó Luigi, salud, Luigi!

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  6. Podría animarme a escribir sobre los efímero por vivirlo intensamente. La constancia la admiro en los otros.

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  7. En algunas personas, la inconstancia es una constante.
    Hermosa versión de una canción que amo, gracias!

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  8. Curiyú, ¿quién me habrá iluminado aquella vez? ¿O fue ilusión? Abrazo.

    Opi, la existencia de ese deseo es muy clara, aceptar que no hay respuesta compatible con nuestro pobre intelecto es el gran desafío. Saludos.

    Luigi, el tema es justamente asumir que no somos nada importante. Pero ahora que me dice que la montaña se mueve, me siento a esperar que llegue... Un abrazo.

    cr, muy bueno eso de "allá ellos". ¿Algo constante en nosotros? Si lo pienso a escala humana, puede ser.

    Maia, Luigi tiene un humor absolutamente corrosivo. Beso.

    Ana, entonces estamos iguales en ese aspecto, también yo admiro eso en los demás. Por eso me río cuando dicen "fulano no es muy inteligente, pero tiene una voluntad de hierro", como si la voluntad fuera un atributo menor que la inteligencia. Saludos.

    Condesa, yo podría ser uno. Dianne Reeves es grande grande grande. ¡De nada!

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  9. "...ni siquiera nuestros amores, ésos que al principio soñábamos eternos, acaban siéndolo la mayoría de las veces. "

    Buaaaaaaaaaaaaaaaaa..........


    Snif.. :,(

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  10. Rob...me trajiste oleadas de inmensidad con las voces de estas dos increíbles cantantes y sólo creo que vale la pena encomendarnos a los días y sus noches, sabiéndonos finitos y llenos de interrogantes.

    Pero pese a todo ello, escuchándolas, te invitaría a recostarnos boca arriba en el pasto para contar las estrellas, esas que no nos dejan retroceder.

    Porque al final de todo, el origen de la filosofía es poder entender un orden desordenado, una existencia sobre otra y muchos adioses maldecidos...

    TQM y gracias.

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  11. Somos insignificantes pero igual, la noción de algo "constante" no es un invento psicologico para defendernos de nuestra fragilidad.

    Damos por hecho que todos los años habrá una primavera y que cada mañana volverá a salir el sol. Y aunque ningún amanecer sea igual a otro, eso sucederá! Es una constante; el planeta seguirá girando sobre sí mismo y en torno al sol, pensemos en ello o no.

    (te mando un besote bien constante Maia!!!!!)

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  12. Constancia.. Suelo ser constante en lo que no debería e inconstante en lo que sí. No aprendo, o quizás no quiero aprender. Deberé poner constancia en cambiar?
    Hermoso regalito musical. Le dejo un saludo constante.

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  13. Constancia ... una compañera de la secundaria que era flor de perra.
    No la vi más, pero debe seguir siéndolo. O no. Nada es para siempre.



    La música, sublime.

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  14. para mí la palabra ni existia, hasta hace unos anios

    Muy buena musique Rob, as usual

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  15. Nina, ¡no me tomes al pie de la letra! A veces fallo :)

    Cleo, ¡me gusta eso! Vamos a contar estrellas. Empiezo ya mismo: una dos, tres... Besos.

    Luigi, hablando de constante, a ver si emboca un pleno en Shangai, ¿o la dama y yo le pasaremos el trapo de nuevo? ;)

    Malena, la constancia para la maldad no es imposible pero sí requiere esfuerzo, en cambio para la estupidez es inevitable. Besos.

    Mary, si le cuento todo lo que para mí no existía antes... La vida es eso. Besos.

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  16. No veo la pena de perder la constancia ni reconozco en ella virtud, Rob. No veo retroceso en el crecimiento, aun que las dudas y las maromas nos atormenten. Es estar vivo, es como escuchar una vieja cancon y redescubrirla con oidos nuevos, arreglos nuevos y valor agregado, dando por tierra que algo, por ejemplo, que hizo Joni, no podra ser recreado nunca jamas.
    Aqui, tu propia refutacion.

    Que bello es tu blog!

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  17. 3, sabía que te iba a gustar esa música. En cuanto a la constancia, yo la veo como virtud en algunas cosas, pero no en la inmutabilidad de lo que pensamos. Beso.

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