jueves, 30 de julio de 2009

Sangre

Llegué a la noche a casa y vi su valija ya lista, ahí supe que M. estaba regresando a Buenos Aires.

Sentí desencanto por su imprevista partida, y al mismo tiempo, extraño en mí, una especie de orgullo de sangre.

Viéndole esa sonrisa tan suya, imaginé un futuro en el que también un padre pueda, alterando el orden de la herencia genética, adquirir de un hijo sus virtudes.

sábado, 25 de julio de 2009

Pila

Hoy al despertarme reparé en ellos y los conté, tiempo y desatención los han ido amontonado en inestable pila sobre mi mesa de luz. Trece libros, la mayoría leidos, otros dejados a medias (alguno para siempre), otros para releer y también el que estoy leyendo en estos días.

Cuentos Escogidos, Saki, gran cuentista inglés, se lo había regalado a Andrea, con la esperanza de que se entusiame.
Manual del Editor, Manuel Pimentel, inconcluso por ahora
El Sueño de una Teoría Final, Steve Weinberg, abandonado, no me interesó el tema, hace más de un año que debo devolverlo a su dueño.
Negra Espalda del Tiempo, Javier Marías, buena obra de uno de mis autores de culto.
Der Virtuose, Margriet de Moor, novela sobre un violinista, no sé si la retomaré.
Il Gattopardo, Tomasi di Lampedusa, interrumpido por ahora, mi italiano no es tan bueno.
Los Anillos de Saturno, WG Sebald, ensayo fascinante y denso, tal vez mi libro preferido de mi autor actual preferido, merece muchas relecturas.
La Cuarentena, JMG Le Clézio, ambiente opresivo, narración de estilo preciso, denso, no es fácil entrar en su ritmo pero luego quedamos atrapados en ese mundo.
Suite Francesa, Irene Némirovsky, la descubrí con ese libro, altísima literatura, destino trágico.
Diarios 1984-1989, Sándor Márai, sus días finales, su lucidez extrema, descarnada, intensa, cuanto más viva más tendré presentes estas páginas.
Gambito Turco, Boris Akunin, policial livianito, olvidable.
Doctor Pasavento, Enrique Vila-Matas, a la espera de inicio, tengo grandes expectativas por el tema (la vida de Robert Walser) y el autor.
La Música del Hambre, JMG Le Clézio, mi lectura de este momento.

No me disgusta pensar que esta lista también puede ser una de las formas de definir quién soy.

miércoles, 22 de julio de 2009

Placeres

Lindo ver, después de tanto, nieve. Rareza en esta ciudad. Lindo a pesar del viento polar que hiela todo lo que toca, y que me hizo cambiar mi diaria rutina de salir a correr por el parque a la tarde.

Al tiempo que miraba volar y entrecruzarse los copos en el aire, mientras por un instante parece que hasta podrían flotar para siempre, refresqué (precisamente) otros placeres olvidados. Y volvieron a mi conciencia (y luego las busqué y las levanté de la web infinita) estas palabras, leidas en mi adolescencia, de un hombre muy sabio:

Satisfacciones
(Bertolt Brecht)

La primera mirada por la ventana al despertarse
El viejo libro vuelto a encontrar
Rostros entusiasmados
Nieve, el cambio de las estaciones
El periódico
El perro
La dialéctica
Ducharse, nadar
Vieja música
Zapatos cómodos
Comprender
Nueva música
Escribir, plantar, viajar, cantar
Ser amable.

Vergnügungen
Der erste Blick aus dem Fenster am Morgen
Das wieder gefundene alte Buch
Begeisterte Gesichter
Schnee, der Wechsel der Jahreszeiten
Die Zeitung
Der Hund
Die Dialektik
Duschen, Schwimmen
Alte Musik
Bequeme Schuhe
Begreifen
Neue Musik
Schreiben, pflanzen, reisen, singen
Freundlich sein

Sólo agregaría al perro el gato. Y con "ser amable", lo reconozco, tengo mis dificultades...


lunes, 20 de julio de 2009

Kick-Off

Entre muchísimas, una elegante manera de inaugurar un blog es poner una frase profunda y bien escrita.

A mano tengo un pensamiento de alguien que sabía muy bien su oficio y que en el lapso de su larga y lúcida vida padeció y fue testigo presencial de mucho de lo que conmovió al mundo durante el intenso siglo XX. Una inteligencia sensible y refinada, que incluso eligió desapasionadamente el momento y el modo de callar para siempre.

Sándor Márai, de él se trata, escribió en "Confesiones de un Burgués", primera parte de sus memorias, esta frase que me conmovió por su simpleza y verdad:

"Siempre son los poetas los que transforman el pasto en patria"

Una idea que no ha dejado de encantarme desde que dí con ella.
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