jueves, 7 de enero de 2010

Descubriendo una ácida Fleur

Un autor lleva a otro, así me llevó Enrique Vila-Matas ("Doctor Pasavento") a descubrir en un librito el mundo de la suiza Fleur Jaeggy.



En poco más de cien páginas y con frases muy breves, poéticas, precisas, "Los Hermosos Años del Castigo" nos sumerge en los recuerdos de sus años en un internado de chicas en un idílico rincón alpino. Ese lenguaje cuidado es apenas el disfraz de una mirada filosa, por momentos feroz, una inteligencia que fascina y perturba.



"Manzanas y peras en las ramas de Appenzell, prados y alambre de espino. Un niño con un velo de encaje de Sankt Gallen colgado a la espalda. En una casa la pintada: SOPORTAR EN PAZ LA SUERTE. Por la mañana temprano caminaba por la colina. Desde allí observaba mis dominios mentales. Era mi cita con la naturaleza. Subía aún más alto y al fondo, en el horizonte, veía el lago Constanza. Luego iría allí, huésped de otro colegio, en una pequeña isla a la que cada dìa daría la vuelta, hasta el faro, en fila de dos. Esa vuelta cada día, de la una a las tres, puede parecer obsesiva, pero también los monjes dan la vuelta al claustro, y los ojos dan vueltas. Me pregunto qué puede no ser obsesivo. Era un idilio, un idilio obsesivo. En el colegio de la isla - un internado religioso - una chica leía en voz alta durante las comidas. Cuando la voz callaba, Mater daba permiso para hablar. Volvía a entrarse en el paganismo."

Un pequeño gran libro.

2 comentarios:

  1. Veré si lo consigo.
    Siempre está bueno que te recomienden un libro y no comprar uno y luego clavarse con él.
    Grazie

    Saluti

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  2. Nina, si está interesada en Jaeggy puede leer antes este link que le copio:

    http://www.enriquevilamatas.com/reljaeggy1.html

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