martes, 26 de enero de 2010

Un lugar

Leo en el diario que fue un día como hoy, hace 65 años, que se liberó Auschwitz. Entonces recobro los recuerdos de mi visita al antiguo campo de prisioneros de Bergen-Belsen, otra de las estaciones de aquel horror. Bergen-Belsen, a diferencia de Auschwitz, no funcionó principalmente como campo de exterminio, sino como lazareto, a donde se enviaban prisioneros enfermos desde otros sitios de reclusión. Que este sutil detalle semántico no haga olvidar que allí murieron, por las condiciones infrahumanas en que se los mantenía, más de 50000 detenidos.

Quien vea las fotos expuestas en la barraca jamás las olvidará, esos rostros fantasmales de mujeres y hombres tan raquíticos que cuesta creerlos aun vivos, esas fosas repletas de cadáveres recientes...

Ahora en el prado circundante hay apenas unos grandes bloques de cemento, dispersos, con placas que dicen: aquí yacen 5000, aquí yacen 3000... No hace falta más que eso para dejarnos sin habla, para dudar del sentido de todo lo que existe, para saber que allí

no hubo catástrofe
no hubo tragedia
no hubo azar

sí hubo la pura voluntad de nuestra especie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Free counter and web stats